sábado, 8 de enero de 2011

En sintonia con la gloria de Bach

Durante los primeros días de enero, además de estar colmada por turistas naciones y extranjeros, el arte sonoro es protagonista en la ciudad gracias a los talleres, las conferencias y los conciertos tanto en áreas exclusivas como en zonas de alta vulnerabilidad. El primer encuentro musical se realizó en 2007 con la supervisión de Charles Wadsworth y Julia Salvi, quienes después de cinco años de estreses compartidos, de recitales memorables y experiencias irrepetibles, coinciden en afirmar que no saben muy bien cómo pudieron debutar en un escenario tan complejo en Colombia como la gestión cultural. Por cuestiones de salud, el veterano pianista Wadsworth dio un paso al costado y a partir de 2010 el director general es Stephen Prutsman, instrumentista de alto reconocimiento en el jazz y la música clásica, que le quiso dar al evento un tono particular diseñando temáticas específicas. El año pasado los artistas invitados y los asistentes a los conciertos sucumbieron ante la magia de Mozart, y en la presente edición está concebida para que se ratifique la gloria de Johann Sebastian Bach.
Este evento no está inventado. Se reinventa cada vez con la implementación, por ejemplo, de estos ejes temáticos, aunque el año pasado ya había tenido un avance gigantesco hacia el aprovechamiento de un amplio espectro sonoro que antes estaba excluido. La ópera y otros estilos vocales tuvieron su primera aparición con resultados incuestionables, como la acogida del público masivo, que se sintió conmovido con las manifestaciones más importantes del bel canto en el Teatro Adolfo Mejía (antes conocido como el Teatro Heredia), las capillas de los hoteles Santa Teresa y Santa Clara y las plazoletas al aire libre. Pero no sólo eso. En ediciones anteriores se había intentado el diálogo entre lo que se conoce como expresiones cultas con aquellas sonoridades surgidas del folclor. El saxofonista Antonio Arnedo, los jóvenes del Ensamble Sinsonte, los innovadores de Bahía Trío con Hugo Candelario González a la cabeza, y los rebeldes de Puerto Candelaria forjaron el camino invitando a músicos de otras latitudes a interpretar algunos de nuestros aires tradicionales. El resultado, más que virtuoso, siempre es emotivo.

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La música clasica es para una buena cultura general

¿La música sinfónica en Colombia tiene futuro?
Definitivamente, sí.
¿Es fácil o difícil hacer gestión cultural en Colombia?
¿De verdad quiere saber...?
¿Cuál es su mayor reto como directora del Festival?
Llegar a hacer equipo.
¿Cómo evalúa lo alcanzado en las ediciones anteriores?
Todo un éxito.
¿Cómo se hace la selección de los artistas?
Después de escoger la música se buscan los mejores intérpretes.
¿A qué ritmo se está moviendo hoy el Festival?
A un ritmo normal, con una gran proyección.
¿Cuál es el mayor logro de la Fundación Salvi Colombia?
El Festival.
 ¿Cuál es su dictamen acerca de los nuevos músicos del país?
Que el talento es parte de su genética.
¿Cuál será la gran novedad de esta edición del Festival?
La presencia del Coro de la Ópera de Colombia, dirigido por Stephen Layton, en la Misa en Sí menor de B
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ach. ¡No se la pierda!
Siempre está en sintonía con...
Las necesidades de la vi
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da cultural del país.
¿A qué le da cuerda a diari
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o?
A las personas que trabajan conmigo.
¿Cuál fue la principal enseñanza que recibió de Charles Wadsworth?
Su pasión por el trabajo
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.
 ¿Es cierto que es muy estricta?
Sí, lo soy. No hay alternativa, la música requiere disciplina.
¿Su Fundación es un pretexto para pensar en la cultura?
No es un pretexto, es un instrumento.
¿Cómo va Cartagena en la formación de públicos?
Cada día mejor.
¿Cómo lograr una mayor inclusión de los cartageneros en el Festival?
Los cartageneros podrán disfrutar de 10 conciertos gratuitos en las plazas y zonas de vulnerabilidad, al igual que los conciertos en beneficio del barrio Rafael Núñez y el Banco de Alimentos, así como la clase magistral de la Orquesta Juvenil de Comfenalco. ¿No se logra así?
 ¿Cómo ha conseguido vincular lo administrativo con lo artístico?
Con gran esfuerzo.
¿A cuál artista le gustaría ver en el Festival?
A los que vienen cada año.
¿Qué le preocupa de Cartagena?
Nada.
¿A cuántos festivales d
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e música asiste usted al año?
Asistía. Hoy, al menos uno.
¿Qué es lo mejor de llevar la batuta del Festival?
Lo que le aporta al país.
¿Cómo descubrió ‘La magia de Mozart’?
Escuchándolo.
¿Y cómo llegó a ‘La gloria de Johann Sebastian Bach’?
Cuando se habla de música, se habla de Bach.
¿Se podrá hallar el virtuosismo de Bach nuevamente?
No era un virtuoso, era un genio.
El mejor compositor colombiano.
Blas Emilio Atehortúa.
¿La música clásica sí es para todos?
Caro que sí.
¿Cuál es su compositor favorito?
Bach.
¿También le gusta el baile?
Mucho.
¿Por qué incluir invitados de música popular colombiana en el Festival?
Para hacerla conocer.
 ¿A qué le suena el Festival?
A música.
El Festival ha crecido mucho, ¿su estrés también ha crecido igual?
Mi responsabilidad ha crecido más.
 ¿Qué tiene en su agenda después del Festival?
Otro festival. Medellín I Festival Internacional de Música de Cámara, del 23 al 25 de abril de 2011. ¡Los espero!
Un dato de Bach que pocos sepan.
Enriqueció el estilo alemán de esa época con una técnica sólida, un control sin precedentes en la organización armónica y la adaptación de los ritmos, formas y texturas, fueron de gran influencia, especialmente en Italia y en Francia.
Algún instrumento que le llame la atención en particular.
El piano y la guitarra.
¿Cómo le ha ido trabajando con Stephen Prutsman?
Muy bien.
¿Para qué le han servido los adelantos electrónicos a la música?
Para que le llegue a todos.
¿Cuál es la diferencia entre la música popular y la clásica?
La música popular expresa la tradición de un pueblo. La clásica, la de un compositor, según la época.
¿Cómo se imagina su vida sin música?
Triste.
¿Para qué le ha servido su formación como ser corredora de seguros?
Para tener en cuenta los riesgos cuando las cosas no dependen de uno.

 

lunes, 3 de enero de 2011

Fue criado según la moral católica

Fue criado según la moral católica y fue un miembro leal de la Iglesia en todas las etapas de su vida.[79]
Mozart vivió en el centro del mundo musical vienés y conocía a un gran número y variedad de gente: compañeros músicos, intérpretes teatrales, amigos que como él se habían mudado desde Salzburgo y muchos aristócratas, incluyendo algún conocido del emperador José II. Solomon considera que sus tres amigos más cercanos pudieron haber sido Gottfried Janequin, el conde August Hatzfeld y Sigmund Barisani. Muchos otros incluyeron entre sus amistades a su viejo colega Joseph Haydn, los cantantes Franz Xaver Gerl y Benedikt Schack y el trompista Joseph Leutgeb. Leutgeb y Mozart mantuvieron un curioso tipo de burlas amistosas, a menudo con Leutgeb siendo el objeto de las bromas pesadas de Mozart.

 

El aspecto físico de Mozart

El aspecto físico de Mozart fue descrito por el tenor Michael Kelly, en sus Reminiscencias como «un pequeño hombre notable, muy delgado y pálido, con una prominente cabellera de cabellos claros, por la que se mostraba muy vanidoso». Como escribió Franz Xaver Niemetschek, uno de sus primeros biógrafos, «no había nada especial en [su] físico. [...] Era pequeño y su semblante, excepto sus ojos grandes e intensos, no mostraba ningún signo de su genio». Su tez facial estaba picada, una secuela de la viruela que sufrió en su niñez. Le gustaba la ropa elegante; Kelly lo recordó en un ensayo de la siguiente forma: «Estaba sobre el escenario con su pelliza carmesí y su bicornio con encajes de oro, dando el tempo de la música a la orquesta». Por su lado, Constanze escribió más tarde que «era un tenor, bastante suave en la oratoria y delicado en el canto, pero cuando algo lo excitaba, o era necesario esforzarse, era tan poderoso como enérgico»

 

 

El entierro de Mozart

La escasa afluencia de público al entierro de Mozart no reflejó su categoría como compositor, ya que los funerales y conciertos en Viena y Praga contaban con mucha afluencia.[76] Ciertamente, en el período inmediatamente posterior a su muerte la reputación de Mozart se incrementó considerablemente: Solomon lo describe como «una ola de entusiasmo sin precedentes»[76] por sus obras. Varios escritores redactaron biografías sobre el compositor, como Friedrich Schlichtegroll, Franz Xaver Niemetschek y Georg Nikolaus von Nissen, entre otros; y los editores compitieron para publicar las ediciones completas de sus obras